Me pongo en la situación de las primeras veces en que tuve que dar una presentación ya sea como estudiante o bien las primeras veces que daba una charla delante de mis compañeros de trabajo.
Días antes de la presentación ya tengo respuestas cognitivas, me pregunto si lo haré bien, si habré dedicado suficiente tiempo a prepararla, cómo reaccionarán mis compañeros...Esta respuesta cognitiva me hace sentir un cosquilleo en el estómago y palpitaciones (respuesta fisiológica) y consecuentemente empiezo a sentirme nerviosa (respuesta emocional). Me dirijo a buscar ayuda (respuesta motora) y hablo con una compañera (respuesta verbal) y le expreso cómo me siento y le pido si podemos revisar la presentación juntas para asegurarme de que no hay errores y para practicar.
Llega el día de la presentación, me encuentro delante del público me sudan las manos y noto que el corazón me va deprisa (repuesta fisiológica), empiezo a mover las manos (respuesta motora) y tanto la respuesta fisiológica como mi propio movimiento hacer que me empiece a sentir nerviosa (respuesta emocional), empiezo a dar la presentación (respuesta verbal) y después que han pasado los primeros minutos me siento algo más tranquila y pienso que está saliendo bastante bien (respuesta cognitiva) lo cual a su vez produce cambios en mi respuesta tanto fisiológica (mi corazón va más lento) y emocional (me siento más tranquila).
A medida de que iba explicando esta situación me he dado cuenta de que todas estas respuestas están relacionadas pero no necesariamente siguen siempre el mismo orden. Creo que es un punto importante a tener en cuenta cuando observamos y analizamos una situación.
¿Cómo responde nuestro organismo? Dar una presentación
per Adriana Sevillano -
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