Los diferentes estudios que se han levantados en los últimas década, acerca La epidemiología de la psiquiatría infantil se ha transformado en epidemiología evolutiva al incorporar ideas de la psicopatología del desarrollo, incorporando marcos teóricos, evolutivos, biológicos y de diferentes campos que han contribuido a entender mejor que ocurre con nuestros niños y adolescentes.
“La Organización Mundial de la Salud ha señalado que los trastornos psiquiátricos que comienzan en la niñez deben ser motivo de preocupación para la salud pública, ya que se ha demostrado a través de estudios, por ejemplo en Estados Unidos, en estudios comunitarios ECA, realizados a adultos, que algunos trastornos psiquiátricos, su edad de inicio era más temprana de lo que se pensaba. Más recientemente, el Estudio Nacional de Replicación de Comorbilidad lo confirmó, entregando los siguientes datos sobre edades promedio de comienzo”:
- Trastornos de ansiedad y de control de impulsos 11 años.
- Ideación y planes suicidas llega a un máximo en la adolescencia tardía.
- Dos tercios de las fobias sociales antes de los 18 años.
- Los trastornos adictivos puros a los 21 años y patología dual a los 11 años.
Los estudios nos entregan análisis estadístico, de valiosa cuantía, que les ayuda a los Estados a tomar decisiones sobre las políticas públicas en área de la Salud Mental, así como también a los diferentes profesionales enfrentados en forma directa con pacientes.
Tenemos información y soporte cohortes desde la década de los años 60, que indican que un grupo de trastornos, la mayoría de los casos comienzan en la niñez (T de déficit atencional/hiperactividad, autismo y otros T penetrantes del desarrollo, angustia de separación, fobias específicas) y otro grupo comienza en la adolescencia (fobia social, T de pánico, abuso de sustancias, depresión, anorexia nervosa, bulimia).
Necesitamos base sólida de los estudios y análisis estadístico en las diferentes líneas que abordan las enfermedades mentales, sobre todo en aquellos campos relacionados con la niñez y adolescencia, para una mejor toma de decisiones, un mejor, oportuno diagnóstico y tratamiento. Sabemos que los esfuerzos para compilar datos de prevalencia en el mundo son escasos y las necesidades de salud mental de los niños no son satisfechas., un ejemplo claro de ello es EE.UU. y Canadá, la probabilidad de recibir tratamiento por depresión en el 1er año de enfermedad es 14-15 veces mayor en adultos, que en niños. En EE.UU. el gasto en salud mental es del 11% en menores de 18 años y de 89% en el resto de las edades.
La Organización Mundial de la Salud enfatiza que para desarrollar políticas de salud mental infantojuvenil (SMIJ), el primer paso es recolectar información. Por otro lado la OMS desarrolló el proyecto Atlas de Recursos en SMIJ, el cual confirmó la ausencia de datos epidemiológicos de trastornos psiquiátricos en niños y adolescentes, especialmente en el mundo en desarrollo. Se obtuvo información de 66 países, comparado con 192 países que entregaron datos sobre adultos. Las brechas encontradas en los recursos entregados para la salud mental de niños comparadas con adultos fueron económicas.