Durante una de las visitas extraescolares a Inglaterra con los alumnos. Una alumna tiene apendicitis en el día antes de volver a casa. Yo y otra compañera nos separamos del grupo de 77 niños y 4 adultos y vamos con ella al hospital. Finalmente me quedo yo, estoy realmente nerviosa, muy preocupada. Noto una gran pesadez en el cuerpo. Siguiendo el protocolo médico, debo informar a la familia. Esa llamada a las 12:00 de la noche, es de una gran tensión. Noto que mis cuerdas vocales se tensan, hago de traductora entre el médico, en inglés y la familia en español. La preocupación se agrava pensando en la familia, que deben venir de manera urgente, que la van a operar y soy la única persona que la acompaña. El resto de mis compañeros deben regresar a España con los alumnos y alumnas en escasas horas. Siento una enorme responsabilidad, una gran tristeza, aún hoy al recordarlo se me tensa la garganta como si tuviera  un nudo. Afortunadamente todo salió bien.