Joray y Xiomara, coincido con la necesidad qué exponéis de identificar la afectación de las funciones ejecutivas en los hábitos de autonomía, dan más visibilidad a la realidad del trastorno, a su afectación, a su comprensión, facilita el acompañamiento y lucha contra el estigma. El estigma, explica Goffman (1963), puede provocar el aislamiento de la persona, por no responder a las expectativas, valores, creencias, modos de acción que establece una sociedad, la cual descalifica. ¿Cómo rompemos el estigma? Xiomara destacas la importancia que el propio niño hable del trastorno en primera persona. Joray, también propones el estudio del trastorno, la diferenciación con la discapacidad, para favorecer un acompañamiento justo, adecuado, progresivo, cómo hemos comentado en algunos ejercicios, partiendo de la zona de desarrollo próximo de Vigotsky. Este acompañamiento es personalizado, en el que la escuela tiene un relevante papel, y los educadores, como los “shadows”, comentas Xiomaras, en el apoyo al docente y al niño, como parte del trabajo integral. De vuestra exposición me surgen preguntas, las expongo e invito a que todos/as compartáis vuestra opinión.

¿Quienes tienen que ayudar a un niño con TDAH?

¿Sería recomendable realizar una evaluación psicológica? ¿qué evaluamos? ¿Ventajas, inconvenientes?

¿Evaluar es etiquetar?

¿Cómo sabemos el acompañamiento que debemos realizar al niño? Hablabais de objetivos realistas, ¿cómo los definimos? ¿hasta cuándo los mantenemos?¿os atreveríais a poner un ejemplo?

Ánimo, el foro está tomando una línea interesante!!