Mi reflexión personal es que antes del covid, los problemas mentales estaban como en la sombra. Estaban allí pero gran parte de la sociedad pasaba por alto del tema ya que si no le tocaba de manera directa... pues el problema era de otros…
Con el Covid la sociedad se ha visto más vulnerable y se han hecho más visibles problemas como el suicidio juvenil, problemas de ansiedad, de depresión, de trastornos alimentarios, de fobia social, autolesiones, etc.
A título personal, creo que la salud mental infanto-juvenil (que es el tema que estamos estudiando) está estigmatizada. Para muchos, no es lo mismo llevar a un niño, a un joven al pediatra, al traumatólogo, al otorrino, que al psiquiatra. Cuando todos son profesionales de la salud y todos parten de la misma base universitaria que es la carrera de medicina. Hacen falta políticas educativas y recursos económicos para revertir todo esto. Un país no se puede permitir que el talento marche fuera. No se puede permitir que médicos formados durante 10 años en nuestras universidades tengan que optar a buscarse la vida fuera. Hay pocos Paido-psiquiatras, Neuro-psicólogos y poca educación para valorar las consecuencias que todo esto nos podrá afectar a largo plazo.