Como he comentado en el foro de presentación, soy madre de un niño de 9 (Pere) y 3 (Jan) años. Ahora estamos en pleno proceso de adaptación del pequeño en Educación infantil y en este proceso me encuentro totalmente implicada y lleva consigo una elevada emotividad.
Al despertarse Jan ya me pregunta qué día de la semana es, porque sabe que si digo sábado o domingo no va a ir al cole, cuando la respuesta no es la que espera ya se pone a llorar y chillar que no quiere ir al cole y así hasta que llegamos a la puerta de su aula, donde le explico que le voy a dejar muy rápido para que duela menos e inmediatamente se lo entrego a su guía y me voy casi corriendo (respuesta motora).
Mi organismo responde poniéndose tenso des del primer momento que me pregunta qué día es hoy (sé las consecuencias de mi respuesta), intento mantener la calma, explicarle lo que iremos haciendo (respuesta verbal) y tratarle con cariño (le abrazo: respuesta motora), pero a veces los nervios pueden, entonces siento un peso en el estómago (respuesta fisiológica). Emocionalmente los primeros días me entristecía (cada día va mejor) y como respuesta cognitiva me digo a mi misma que es lo que se debe hacer.