Tras leer los artículos que se adjuntan, podemos afirmar algo con lo que convivimos en nuestra sociedad.

 “España tiene un serio problema en el área de la salud mental” y más en concreto, en la salud mental de los más pequeños.

Se necesitan más recursos desde la atención primaria, para poder detectar los factores de riesgo y más especialistas en salud mental en niños y niñas para poder realizar un buen diagnóstico en atención temprana. No existe en España la figura del psiquiatra infantil, los especialistas con lo que contamos, muchas veces, trabajan en el ámbito privado, y no todas las familias pueden acceder económicamente a sus consultas.

Si un chico/a no recibe un tratamiento eficaz a una edad temprana, el problema, con toda seguridad, se irá arrastrando y agravando, hasta llegar así a la edad adulta siendo más complicado su pronóstico.

Las personas tenemos derecho a recibir una atención en salud mental digna y esto no se cumple si tenemos en cuenta los datos, ya que el suicidio es la segunda causa de muerte después de los accidentes de tráfico en nuestro país.