Una de les dificultades con las que me encuentro en terapia es en saber dónde está el límite sano a la hora de supervisar y controlar a los y las adolescentes.
Entiendo que no no hay un límite universal y que siempre se tiene que valorar teniendo en cuenta la historia previa, las características del/de la adolescente... però aún así me comporta muchas dificultades porqué, a menudo, detrás de este control supervisió excesiva hay una justificación y normalización por parte de la familia.
Las situaciones que me sugieren más dudas:
- Hasta qué punto los progenitores deben supervisar el móvil y las conversaciones de sus hijos/as?
-Hasta qué punto los progenitores deben intervenir en la decisión de sus hijos sobre si realizar bachillerato, grado medio, cuál realizar... (aquí tengo muy claro que debe ser decisión del adolescente, pero muchas familias cuestionan a su hijo y no toman por válidos sus argumentos alegando que no es suficentemente maduro, que su decisión no es tomada son sensatez, etc.).
-Hasta qué punto los progenitores pueden saber acerca de sus hijos.Hay padres que exigen a sus hijos saber si tienen novio/a, quieren conocerla, no les dejan salir, exigen saber en todo momento con quién sale y dónde va...
- Cuando hay una historia previa de mentiras, está justificado que los padres (por miedo, desconfianza, preocupación) controlen tanto a su hijo? Casos de jóvenes (18-20) que sus padres les obligana poner el geolocalizador.
Entiendo que no hay un criterio establecido y que se tiene que valorar cada caso en concreto... pero la verdad es que acaban siendo casos que me sugieren muchas dudas.
Gracias!