Buenos días, Saioa,
Estoy totalmente de acuerdo con la cuestión que planteas.
Tal como evidencia el importantísimo trabajo de Bosch et. al de 2021 (Neurodevelopmental disorders among Spanish School Aged Children), citado en la Guia de la U25, la tasa de trastornos del neurodesarrollo no diagnosticados o infradiagnosticados es preocupantemente elevada, un 66% del alumnado en la muestra estudiada.
El/la alumno/a que repite 1º o 2º de primaria por no haber adquirido los mínimos del aprendizaje inicial de la lectoescritura - y que tiene, salvo que se demuestre lo contrario, una dislexia no diagnosticada - se volverá a encontrar al año siguiente en una situación muy similar a la del curso anterior: el resto de compañeros/as que "suben" del curso más bajo al suyo (último de infantil o 1º de primaria), estarán en pocos días o ya vienen con un nivel de lectoescritura superior al suyo. Lejos de tener más tiempo para asimilar las bases, que ya debieron sentarse durante el ciclo infantil, mediante el trabajo centrado en la consciencia fonológica, pero se dan por hechas una vez se llega a primaria, el/la alumno/a volverá a encontrarse perdido/a y rodeado ahora de niños/as un año más pequeños/as que él/ella. Sin una ayuda paralela encaminada a detectar y enfocar de manera adecuada el trastorno de base, esto no hará otra cosa que mermar su autoestima.
Evidentemente, este ejemplo no es todo...
Están los niños/as con un Trastorno del Desarrollo del Lenguaje nunca diagnosticado que llegan al ciclo superior de la etapa de primaria (5º, 6º) con dificultades "globales" y que para los equipos docentes cuesta imaginar cómo puedan pasar a la etapa siguiente, la de secundaria, por lo que se propone la repetición, esta vez ya como declaración de fracaso...
Están los niños/as con un TDAH no diagnosticado que "han ido tirando" toda primaria, gracias a una buena capacidad cognitiva y al soporte de las familias, pasan a secundaria, se le juntan las dificultades propias del trastorno con el inicio de la adolescencia y la menor supervisión por parte de los padres.... por lo que en 1º o 2º de secundaria no pueden adecuarse a la mayor exigencia propia de la nueva etapa educativa. Se les tilda indefectiblemente de "vagos", se apela a que han de cambiar de actitud y "poner de su parte", finalmente se va a la repetición como castigo, que les confirma que no valen para nada. Con las consecuencias que todos/as sabemos.
No, repetir no sirve.
Hay que cambiar el enfoque, desde el ciclo infantil, y mantenerlo durante todas las etapas académicas posteriores.
Gracias por poner esta cuestión sobre la mesa de debate.
Seguiremos,
Federica Guarino
