No soy mamá, pero creo que lo que he visto siendo maestra y recordando cómo mis papás me educaron es que se educa con los valores, la visión del mundo y las creencias que se tienen en ese momento, se hace lo que se puede con lo que se tiene a la mano. Es por eso que no creo valido el echarle la culpa inmediatamente a los papás cuándo dan una "mala" educación", influyen muchos factores, incluso la época en la que están creciendo los hijos. Algo que sí creo que es real es que se educa con el ejemplo, los niños son esponjas y aprenderán todo lo que ven, viven, oyen, etc.. por eso es importante ser conscientes de lo que se está transmitiendo.

Soy madre de 3 hijos y los he conducido y formado con mucho diálogo ,amor ,comprensión animándoles cada día siendo su fortaleza en momentos de debilidad y situaciones que ellos consideraban difíciles .
Vivimos en plena era tecnológica he conocido con ellos muchas aplicaciones de juegos, de amistades , y otros .Y muchas veces me asustaba como madre lo que veía y a lo que se exponían mis hijos ,pero siempre oía y cogía con cautela toda la información que me daban y en otro momento de mayor relax y de manera más distendida hablábamos de las ventajas y desventajas que seria si colgaban todas las fotos de sus fiestas o amigas y otros.
Les he llevado a las fiestas y discotecas y me ha gustado conocer a los amigos y amigas y que piensan ellos y sobre todo siempre he sido participe de conocer a sus padres e invitarles a casa .
Considero que la confianza es la base para la educación de nuestros hijos.

¿Cómo educamos a nuestros hijos? Mi gran miedo. Madre de tres hijos y aún cada vez que tomo una decisión sobre la educación de mis hijos con mi marido, a los dos nos invade el miedo a equivocarnos.
El miedo va existir siempre porque son decisiones que no te afectan a ti, afectan a unas personas que confían en ti ciegamente y quieres lo mejor para ellos. Por eso, todas las decisiones que tomamos son consensuadas, acorde a nuestro tipo de vida (evitando contradicciones), respetando los derechos de los niños/as y teniendo en cuenta las necesidades e intereses de ellos y ellas. Fomentando la educación emocional para que puedan dessarrollar una buena autoestima y autoncepto positivo de si mismos, ello hará que puedan interactuar mejor , teniendo en cuenta todos los factores que influyen, tomando mejores decisiones.

Que los niños no vienen con un manual de instrucciones es algo sabido pero no siempre recordado por aquellas personas que se embarcan en la ardua tarea de ser madres/padres/tutores. La familia como primer núcleo social en el que nos hemos desarrollado como individuos y construido nuestra personalidad vuelve a tener un plano principal de protagonismo en nuestra vidas ya que ahora se trata de construir nuestra propia familia. Los valores, la visión del mundo, las relaciones sociales... son algunos de los aspectos que influyen en la forma que educamos a nuestros hijos y también la interacción con el ambiente actual y los cambios intergeneracionales del momento (sociedad de la información, sistema laboral...). Educar a nuestros hijos hoy es más difícil por los cambios sociales globales que experimenta la sociedad a nivel mundial. Vivimos un momento donde toda razón se difumina dando pie a cuestionarlo todo, incluso las bases que nos han mantenido estables a lo largo de los siglos, surgiendo mil teorías igualmente válidas para todos los aspectos de nuestras vidas. Hemos de volver a recuperar la esencia de un sociedad comprometida con la tolerancia, el respeto a los demás, la cultura del esfuerzo y el compromiso social y estoy segura que a través de la educación de nuestros hijos es un buen comienzo.

Soy madre de dos adolescentes chicos de 16 y 14 años y una niña de 9. Educamos a nuestros hijos e hijas desde nuestras experiencias, a partir de los modelos que recibimos de nuestras familias y desde la reflexión que querer contribuir a su desarrollo de la mejor manera posible, cosa que en ocasiones es muy difícil porque como madres y padres también hay muchas veces que nos equivocamos. Pero lo más importante que en mi lugar hemos intentado hacer es fomentar muchísimo la comunicación, saber expresar lo que uno quiere y lo que no quiere, tener recursos que ayuden a resolver conflictos , poner límites y respetar al otro, saber ponerse en el lugar del otro...y conocerse a uno mismo, saber cuáles son nuestras debilidades pero también nuestras fortalezas, centrarnos en ellas y fomentarlas, porque seguramente ahí estará el camino de cada uno para encontrar su sitio y poder desarrollarse como persona disfrutando al máximo de lo que uno hace y aprender que todos somos diferentes y que cada uno tiene mucho que aportar. Pero todo esto es muy complicado en un mundo tan competitivo y donde a los chavales les llegan estímulos e información constante que es muy difícil de digerir. Como padres también tenemos un papel muy importante pero muy difícil, sobre todo con los adolescentes.

Yo soy mamá de cuatro hijos ya adultos, dos casados y dos solteras, la más pequeña de dieciocho años. La maternidad por decir lo menos es una aventura y es para valientes, ya que pone muchísimos retos en la vida de los padres. Nosotros hemos querido educar a nuestros hijos con valores como la unidad de la familia y el trabajo con compromiso y responsabilidad.
Me parece que la familia es el lugar donde nuestros hijos florecen si se les da amor, respeto y libertad para actuar y para equivocarse también.

Estoy de acuerdo con todo lo qué habeis comentado todos. Me quedo con la frase de la madre del Dr. Sasot. Un día, mi abuelo me dijo una muy similar: "Com més estimis, més estimat seràs". Creo que es importante darnos cuenta que estamos en una sociedad que dónde recibimos muchos impulsos. Hay como una competitividad para ser buenos padres y buenas madres. A ver quien lo hace mejor, y quién enseña más en las redes sociales. Y creo que nos dejamos lo más importante, que es centrarnos en los hijos y las hijas, y en quererlos, darles afecto y transmitirlos los valores en los qué creemos. Como han dicho otras compañeras que son mamás (no es mi caso y me cuesta ponerme a la piel), cada familia hace lo que cree que es mejor y en la mayoría de los casos, me gustaría pensar que no hay mala intención en la educación de los hijos. Aún así, creo que hay sobreinformación, y una presión demasiado grande sobre los padres y sobre como educar a sus hijos. Como habéis dicho todas en general, hay que educar des del amor, el respeto y la libertad, pero teniendo clara que somos padres-hijos y no amigos. Respeto con límites, amor y comprensión, pero en algunos momentos tocará poner medidas que sabes que en aquel momento le dolerán, pero mas adelante le harán bien. Todos los niños i niñas necesitan eso.

Hola!
yo no soy madre pero desde que me dedico a las reeducaciones he tenido la oportunidad de conocer familias maravillosas, muy implicadas y comprometidas con el desarrollo psicológico y cognitivo de sus peques. Me nutre muchísimo poder ver cómo se relacionan, todo el afecto, el apoyo, la confianza y la complicidad que comparten. Por otro lada, en el contexto escolar se aprecia un compromiso con la educación, hay más consciencia, por ejemplo, de los trastornos de aprendizaje, cada vez hay más interés en formarse en distintas formas de enseñar que sean más inclusivas.
Me resulta muy satisfactorio ver un interés, que va en aumento, de una educación inclusiva, una educación que aportará un futuro con jóvenes y adultos saludable.

Actualmente no soy madre, así que no puedo basar mi respuesta en mi experiencia personal como madre. Mi respuesta es en base a mi experiencia como psicóloga y en relación a las familias con las que trato y/o he tratado. Desde mi punto de vista, a día de hoy existen un colectivo de familias (opino que predominante) extremademente sobreprotector. Familias muy preocupadas por aspectos que tal y como yo entiendo la infancia, no son relevantes para una crianza basada en el amor, el respeto, la diversión y la seguridad. Este tipo de crianza y de preocupaciones llevan a los padres a no permitir que sus hijos crezcan de una forma sana y segura sino más bien, fomentan la búsqueda de "socorro" delante de situaciones adversas en las que, además, muchas veces los padres se entrometen como si fueran protagonistas de esa experiencia. Familias que culpabilizan siempre a lo externo en vez de responsabilizar a sus hijos y hacer que así crezcan autónomos y independientes. Quizás, es una visión muy negativa del tipo de educación que están recibiendo los niños/as de hoy en día (lejos de generalizar) pero, al menos, en la praxis así lo percibo.

Soy madre de tres niños de 15, 12 y 9 años. Difícil o fácil responder a esta pregunta, según los tiempos que corren.
Personalmente, detesto la frase, "hacemos lo que podemos", me da la sensación que lo que pretendemos es tirar balones fuera.
Creo firmemente en educar en el afecto, la escucha, en transmitir valores para intentar que sean mejores personas y sean felices, en un entorno de seguridad, que les haga creer en sus posibilidades de acción.
Personalmente, mi marido y yo no sabremos si lo conseguiremos, porque obviamente, la educación que reciben nuestros hijos se ve influenciada por muchos factores, pero creemos que si los chicos tiene un entorno familiar favorable, acogedor y seguro, lo conseguiremos.