¿Qué experimentan los padres de niños inflexibles-coléricos? Culpa, incertidumbre, se sienten juzgados, se sienten solos, ahogados, abrumados. Quizás se repitan que es una cosa de la edad y que se le pasará o si le castigo y lo educo como me educaron a mí, seguro se le pasará.

Probablemente los padres sientan impotencia, frustración, incluso podrían sentirse desautorizados, cosa que podría tener distintas consecuencias, como el aumento de la respuesta violenta pudiendo entrar en escalada con el hijo/-a, o por el contrario podría darse la paralización o el miedo. Estas dos respuestas extremas podrían dificultar el hecho de pedir o recibir ayuda, pudiendo hacer una atribución al comportamiento del hijo que no ayude al cambio. (no quiere, es malo, intencionalidad negativa)
Otros sentimientos podrían acercarse más a la preocupación o la desesperación en algunos casos, o incluso la culpa. Estos podrían facilitar la búsqueda de soluciones alternativas, dado que la atribución al comportamiento también podría ser distinta (no sabe, hay que enseñarle, no puede, hay que ayudarle) y facilitar el preguntarse qué más se puede hacer, o dónde puedo acudir…
En cualquier caso, pienso que los sentimientos de los padres deben ser muy diversos y fluctuantes dependiendo del momento y el tipo de interacción que se dé con los hijos.

Los padres de estos niños deben sentir muchas cosas al mismo tiempo. Por un lado deben intentar buscar motivos o explicaciones de estas conductas y la primera respuesta antes de tener un diagnóstico de su hijo puede ser la culpa por no lograr controlar la situación como padres, sintiendo que no han sido lo suficientemente eficientes. Esto puede generar también mucha frustración al haber intentado de todo y no ver resultados, lo que también conlleva enojo cuando su hijo esta en crisis y no logran pararla, después frustración, tristeza e incluso me imagino que tienen riesgo de sufrir depresión. Ver a un hijo sufrir es muy difícil y doloroso, el miedo que sienten por el futuro de su hijo y de ellos como familia debe ser un tema importante.

Creo que los padres de niños inflexibles-coléricos pueden llegar a sentir culpa y frustación: creer que no han sabido educar bien a su hijo, tratarle de la forma que él necesita. También mucha incomprensión por parte del entorno en el que se mueven sentirse juzgados. También sentimientos de soledad, es posible que adecuen su día a día a aislarse de entornos sociales para evitar situaciones de explosión de su hijo. Pueden estar a la defensiva delante de otros padres, parientes, profesores... justificando las respuestas de su hijo como reacción a un entorno hostil, culpabilizar lo que hacen los demás. Se deben sentir superados por la situación y abrumados, agotados si no pueden ver un avance. Es muy importante que puedan recibir el apoyo y guía de un profesional antes que la situación dinamite completamente la vida de família, de pareja y del niño.

Estoy de acuerdo con todas vosotras.
Pienso que la situación debe ser muy complicada. Por un lado, dudas constantes, frustración, impotencia, culpa, rabia... A la vez el entorno suele acompañar poco, muchas veces en estas situaciones lo más sencillo es pensar en que mal educado está ese niño, que mal lo están haciendo esos padres... es decir, al juicio directo en vez de pensar en las dificultades de ese niño y los grandes esfuerzos, tiempo y dedicación que hay día a día por parte de esos padres.

Los padres presentan un torbellino de sensacioes, rabia, impotencia, ira, descontrol, acusaciones frecuentes, tristeza, angustia, soledad y más, se sienten solos y acusados, señalados socialmente, sentirse juzgados socialmente sin tan siquiera un minuto ponerse en sus zapatos y tratar de entenderles, todas estas emociones son traspasadas a sus hijos, muchas veces inician un transitar de obstaculos solos, una serie de acciones negativas se impregnan en sus vidas, UN SILENCIO ENSORDESEDOR LOS ENVUELVE Y BLOQUEA, en primeras instancias momentos muy duros, no entienden lo que les esta pasando, en algunos casos no entienden el porque les paso en sus vidas.

Los padres de estos niños experimentan un sinfín de sentimientos. Pero el primero que destacaría y el que más bloqueo produce, creo que es el miedo. Miedo al ver que su hijo tiene comportamientos que salen de la normalidad y que les sobrepasa. Miedo a que su hijo se quede al margen de la sociedad (escuela, amigos, actividades, etc.), a que les agreda, a que sea infeliz, a que nadie le entienda, a que se sienta frustrado, solo, incomprendido y también miedo a no saber ayudarle. Después vergüenza de ver como se comporta, de como trata a los demás, de no saber como sobrellevar esto fuera de casa, con los demás... y eso, les aísla... les hace cambiar su ritmo de vida… pasan por una serie de etapas que si no asumen que tienen que aprender ellos primero para después poder educar a su hijo será difícil cambiar esta inflexibilidad y este cólera.
Experimentan todo a otro nivel, a un nivel de alta tensión. El amor, las ganas de ayudar, de aprender, de comprender las diferencias, la empatía, el aplomo y la templanza serán garantía para poder pasar de estos sentimientos negativos y abrumadores a otros más profundos y positivos que ayudaran a su hijo a sentirse mejor y a bajar los niveles de inflexibilidad y cólera.

Hola a todos,
Habéis hecho unas aportaciones fantásticas. Los padres acostumbran a sentir todo lo que habéis comentado y en muchas ocasiones, les resulta muy difícil expresar como se sienten y poner palabras a todas las emociones. Por este motivo, también es muy importante empatizar con ellos e intentar darles tanto vocabulario emocional como sea posible ya que esto ayudará a la intervención que luego ellos llevaran a cabo con sus hijos.
Recordaros también la importancia de comunicarnos de forma asertiva con estos padres y practicar la escucha activa.
Hasta Pronto,
Isa